¿Cuanto tarda un divorcio contencioso?
Cuando una pareja decide poner fin a su matrimonio, existen dos caminos principales, el divorcio de mutuo acuerdo y el divorcio contencioso. El primero, como su nombre indica, implica un acuerdo entre ambas partes sobre los términos del divorcio, lo cual lo convierte en un proceso relativamente rápido y menos costoso.
Por otro lado, el divorcio contencioso se da cuando no se logra llegar a un acuerdo, y la resolución debe ser determinada por un juez, lo que prolonga considerablemente el proceso, que se suele extender de ocho meses a un año.
Existen una serie de factores que influyen en la duración de un divorcio contencioso, a continuación los explicamos.
Tipos y tiempo en resolver un divorcio contencioso.
Tipo de divorcio.
El primer factor que afecta la duración de un divorcio contencioso es, naturalmente, la propia naturaleza del proceso.
A diferencia del divorcio de mutuo acuerdo, el contencioso implica al menos dos visitas al juzgado, una para una vista provisional y otra para la definitiva. Este proceso puede extenderse por meses, e incluso años, dependiendo de la complejidad del caso y de la rapidez con la que se gestionen los trámites judiciales.
Una vez que se interpone la demanda de divorcio, la parte demandada tiene un plazo de 20 días hábiles para responder. Después de esto, la fecha para la vista del juicio puede demorarse entre 6 y 8 semanas. Además, es necesario presentar pruebas como evaluaciones psicosociales y declaraciones de menores, lo cual puede alargar el proceso.
Carga de trabajo de los juzgados.
La carga de trabajo de los juzgados es otro factor clave. Este elemento está fuera del control tanto de las partes involucradas como de sus abogados, pero puede ser determinante en la duración del proceso. Dependiendo de la agilidad y carga de trabajo del juzgado competente, la vista provisional se puede programar a los pocos meses de presentar la demanda, mientras que la vista definitiva puede demorarse significativamente más, en ocasiones, años.
Existencia de hijos en el matrimonio.
La presencia de hijos menores en el matrimonio también complica y alarga el proceso de divorcio contencioso. La ley prioriza el bienestar de los menores, lo que significa que se deben tomar en cuenta aspectos como la custodia, la pensión alimenticia y el régimen de visitas, lo que conlleva más tiempo de negociación y evaluación. En casos donde los hijos tienen más de 12 años, estos pueden ser escuchados por el juez, lo que agrega otra capa de complejidad y demora.
Liquidación del régimen económico matrimonial.
Otro aspecto que puede influir en la duración del divorcio contencioso es la liquidación del régimen económico matrimonial. Aunque la ley no requiere que esta liquidación se haga de inmediato al presentar la demanda de divorcio, no hacerlo puede agilizar el proceso y ahorrar dinero a las partes involucradas. La liquidación del régimen económico matrimonial es más sencilla que la liquidación de una sociedad de gananciales, ya que en este último caso se necesita un inventario de los bienes compartidos y su posterior división al 50%.
En conclusión, la duración de un divorcio contencioso suele ser de ocho meses a un año, pero puede variar considerablemente dependiendo de múltiples factores, incluidos la carga de trabajo de los juzgados, la existencia de hijos menores y la complejidad de la liquidación del régimen económico matrimonial.
¿Quién paga los gastos de un divorcio contencioso?
Uno de los aspectos más relevantes y a menudo más controvertidos de un divorcio contencioso es la cuestión de los costes. A diferencia de otros procedimientos legales, en los procesos de divorcio no suele haber una condena en costas, lo que significa que, en la mayoría de los casos, cada parte es responsable de los gastos que ha generado durante el proceso. Estos gastos incluyen principalmente los honorarios de abogados y procuradores, y, en algunos casos, los honorarios de notarios.
Distribución de los costes en el divorcio contencioso.
En un divorcio contencioso, cada cónyuge debe asumir los gastos de su propio abogado y procurador. Este principio se basa en la idea de que ambas partes están buscando una resolución judicial a sus diferencias y, por lo tanto, deben ser responsables de sus propios costes legales. Esto puede representar una carga significativa, especialmente si el proceso se alarga.
Sin embargo, existe una figura legal conocida como litis expensas que puede cambiar esta dinámica en ciertos casos. De acuerdo con el artículo 103.3ª del Código Civil, el juez puede ordenar que uno de los cónyuges cubra los gastos del otro si este último enfrenta dificultades económicas significativas. Esta medida está diseñada para asegurar que ambos cónyuges puedan acceder a una representación legal adecuada, incluso si uno de ellos carece de los recursos financieros para cubrir estos gastos.
¿Qué es la litis expensas?
La litis expensas es una medida que permite al juez ordenar a uno de los cónyuges, generalmente el que posee mayores recursos económicos, que asuma los gastos legales del otro cónyuge que no puede hacer frente a ellos.
Esta disposición se basa en el artículo 1318 del Código Civil, que establece que si uno de los cónyuges carece de bienes suficientes, los gastos necesarios causados en litigios que sostenga contra el otro cónyuge, siempre que no medie mala fe o temeridad, serán a cargo del caudal común y, en su defecto, se sufragarán con los bienes propios del otro cónyuge.
El propósito de la litis expensas es garantizar que ambos cónyuges puedan participar en el proceso de divorcio con igualdad de condiciones, evitando que uno de ellos se vea privado de una defensa adecuada debido a la falta de recursos económicos. Esto es especialmente importante en divorcios contenciosos, donde las disputas pueden involucrar cuestiones complejas y sensibles, como la custodia de los hijos o la división de bienes.
¿Es posible acceder a la justicia gratuita en caso de divorcio?
En España, los ciudadanos que cumplan ciertos requisitos pueden acceder a la justicia gratuita, lo que incluye la asignación de un abogado y un procurador de oficio sin coste. Este beneficio está diseñado para personas que no pueden pagar los gastos legales y que, de otro modo, podrían verse desprotegidas en procedimientos judiciales. Es importante destacar que, si se opta por la justicia gratuita, no se puede elegir al abogado o procurador, ya que estos serán asignados por el sistema.
¿Cómo iniciar el trámite de un divorcio contencioso?
El procedimiento de un divorcio contencioso comienza con la presentación de la demanda en el juzgado competente, donde el demandante debe especificar sus pretensiones, como la custodia de los hijos, la distribución de bienes y la pensión alimenticia. Cada parte debe estar representada por un abogado de familia y un procurador diferente.
Si hay hijos menores, es necesario notificar al Ministerio Fiscal y, si los hijos tienen más de 12 años, estos deben ser escuchados en relación a su custodia. La parte demandada tiene un plazo de 20 días hábiles para contestar a la demanda desde que se recibe la notificación. Posteriormente, se lleva a cabo una audiencia pública en la que se presentan pruebas y se ratifican o rectifican las pretensiones iniciales.
Hasta que se dicta la sentencia de divorcio, no existen derechos ni deberes formales entre los cónyuges. En algunos casos, las partes pueden optar por acordar medidas provisionales para regular la situación mientras se espera la sentencia definitiva. Estas medidas pueden ser aprobadas en uno o dos meses y son especialmente útiles para evitar problemas relacionados con los hijos durante el proceso de divorcio.
Si estás considerando iniciar un proceso de divorcio contencioso, es recomendable buscar asesoría legal para garantizar que el proceso se lleve a cabo de la manera más eficiente posible.
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