Derechos de los animales ante una separación o divorcio
En medio de los complejos asuntos a resolver durante un proceso de separación o divorcio, uno que ha estado ganando atención recientemente es el destino de las mascotas que formaron parte de la vida compartida.
¿Qué pasa con tu mascota después de que las parejas toman caminos separados?
Hasta hace poco, las mascotas eran consideradas como bienes muebles más, como un sofá o cualquier otro objeto en el hogar. En consecuencia, su destino era decidido de manera similar: si uno de los cónyuges era el propietario, se lo llevaba consigo, y si era un bien ganancial, se asignaba un valor económico para su distribución.
Sin embargo, el paisaje legal ha cambiado significativamente en los últimos años. La aprobación de la Ley de Bienestar Animal y las modificaciones legislativas correspondientes han alterado esta percepción. Ahora, las mascotas son reconocidas como seres sintientes, con la capacidad de experimentar emociones y percepciones de su entorno.
Esta evolución legal ha llevado a un cambio fundamental en la forma en que se aborda el destino de las mascotas en situaciones de separación o divorcio. Ya no se las considera simplemente como objetos transferibles, sino como seres con necesidades y emociones propias.
La Ley 17/2021, promulgada el 15 de diciembre, ha marcado un hito al otorgar a los animales la condición de seres sintientes. Esto implica que, al igual que en el caso de la custodia de menores, se debe determinar con quién vivirá la mascota, cómo se organizarán las visitas y cómo se cubrirán sus gastos.
Este nuevo enfoque reconoce que las mascotas no son propiedad que se pueda hipotecar, embargar o abandonar a voluntad. En lugar de ello, se establece un régimen de custodia y visitas que garantiza su bienestar y atención adecuada.
Por ejemplo, si una de las partes tiene un estilo de vida que dificulta la atención adecuada a la mascota debido a viajes frecuentes, se puede determinar que el animal permanezca con la otra parte, que pueda dedicarle el tiempo y cuidado necesarios.
Por todo lo expuesto, el reconocimiento de las mascotas como seres sintientes ha transformado la manera en que se abordan los derechos y el bienestar de estos compañeros leales en situaciones de separación o divorcio. Ahora, se les otorga la consideración y protección que merecen como seres vivos con necesidades emocionales y físicas propias.
¿Cómo se reparte la custodia de tu mascota?
Cuando se trata de asignar la custodia de una mascota después de una separación o divorcio, es fundamental comprender los procesos legales implicados y los criterios considerados para tomar esa decisión.
Aquí te explicamos cómo se lleva a cabo este proceso:
Procedimiento de Mutuo Acuerdo: Si las partes están de acuerdo en cómo regular la relación con la mascota tras la ruptura, se puede establecer un convenio regulador que detalle el régimen de convivencia y custodia del animal.
Este acuerdo, redactado por un abogado, se presenta al juzgado y, tras la aprobación del Ministerio Fiscal, se ratifica judicialmente, convirtiéndose en un documento legalmente vinculante.
Procedimiento Contencioso: En caso de desacuerdo entre las partes respecto a la custodia del animal, el proceso se vuelve contencioso. Esto implica presentar una demanda ante el juzgado, solicitando la regulación de la custodia de la mascota.
En este escenario, cada parte expondrá sus argumentos y posturas en escritos presentados ante el juzgado, y se celebrará un juicio donde el juez tomará la decisión final sobre la custodia de la mascota.
Criterios Considerados por el Juez: El juez tomará su decisión teniendo en cuenta diversos factores, como quién es el propietario del animal, quién ha sido su cuidador principal, quién tiene la mejor capacidad para cuidar al animal y otros aspectos relacionados con el bienestar tanto del animal como de la familia.
Además, si hay hijos involucrados, el juez puede considerar quién tiene la custodia de los niños, ya que el vínculo entre los menores y la mascota puede ser un factor determinante.
Regulación de los Gastos: Los gastos relacionados con el cuidado de la mascota también deben ser considerados. Si las partes no llegan a un acuerdo al respecto, el juez determinará cómo se dividirán estos gastos, teniendo en cuenta las circunstancias de cada parte y el régimen de convivencia acordado.
Parejas de Hecho: Para las parejas de hecho, la situación puede ser más complicada, ya que la nueva regulación del Código Civil solo se aplica a las parejas casadas. En estos casos, la falta de legislación específica puede requerir la resolución de disputas a través de sentencias judiciales y la generación de jurisprudencia.
Aspectos sobre la nueva ley de bienestar animal.
La reciente entrada en vigor de la Ley 7/2023 de protección de los derechos y el bienestar de los animales, comúnmente conocida como Ley de Bienestar Animal, marca un hito significativo en la legislación española. Esta normativa, aunque ha estado rodeada de controversia, busca garantizar el bienestar de los animales y erradicar prácticas perjudiciales como el maltrato y el abandono.
Aquí tienes algunos aspectos clave de esta ley:
Normas que Entren en Vigor:
Los animales de compañía no podrán dejarse sin supervisión más de tres días consecutivos.
Los perros no podrán dejarse más de 24 horas solos.
Las tiendas de mascotas no podrán vender perros, gatos o hurones.
Los animales no se podrán exhibir en escaparates.
Los animales domésticos no podrán participar en espectáculos públicos. Se prohíben los circos de animales.
Solo se podrá practicar la eutanasia de animales por extrema necesidad y bajo criterio veterinario.
Obligación de comunicar pérdida o robo de un animal antes de 48 horas.
No se puede alimentar a los animales con vísceras, cadáveres y otros despojos de animales.
Acceso libre con los animales a los medios de transporte, restaurantes y hoteles (a no ser que lo prohíban expresamente).
Los animales no podrán estar en terrazas o trasteros.
Normas Pendientes: A pesar de la entrada en vigor de algunas medidas, otras aspectos importantes de la ley aún no se aplican debido a la falta de legislación complementaria. Estos incluyen la obligatoriedad del seguro de responsabilidad civil para todos los perros, un curso de tenencia de perros y el chip de identificación para todas las mascotas.
-Multas y Sanciones: La ley establece multas por incumplimiento que van desde los 500 hasta los 200.000 euros, dependiendo de la gravedad de la infracción. Se espera que estas sanciones disuadan el maltrato y la negligencia hacia los animales.
Curiosidades y Exenciones: La ley incluye algunas excepciones curiosas, como la exclusión de los perros de caza de ciertas obligaciones, y permite la participación de animales en eventos como desfiles o belenes vivientes bajo ciertas condiciones.