¿LOS ABUELOS PUEDEN OBTENER LA CUSTODIA DE SUS NIETOS?
La custodia de un nieto es posible si se cumplen ciertos requisitos establecidos por la legislación. En primer lugar, es necesario que los padres del menor no sean capaces de cuidarlo adecuadamente. En estos casos, la guarda y custodia del niño puede ser otorgada a uno de los abuelos.
Además, es importante que el abuelo que solicita la custodia tenga un vínculo afectivo con el nieto y pueda proporcionarle un ambiente seguro y estable. También se valorará si el abuelo cuenta con las condiciones necesarias para poder hacerse cargo del cuidado del niño, tanto económica como psicológicamente.
La decisión de otorgar la custodia a un abuelo será tomada por un juez, quien valorará la situación de cada caso y tomará la decisión que considere más beneficiosa para el menor.
El código civil, en el artículo 154 establece que "Los progenitores tienen la responsabilidad de cuidar y educar a sus hijos menores. Si los progenitores no están en condiciones de hacerlo, la tutela corresponderá a otra persona, que será designada por el Juez, previa audiencia de los interesados y con el fin de garantizar el interés del menor." Este artículo sería el que daría autoridad a un juez para tomar una medida de esta índole.
También hay que recordar que el derecho a la custodia no es exclusivo de los abuelos y que en caso de existir una relación afectiva y una situación de hecho que permita una mejor opción para el menor, el juez podría otorgar la custodia a cualquier persona que no sea el padre o la madre del menor, siempre y cuando se pueda argumentar que es la más adecuada.
En lo que se refiere a jurisprudencia, existen varios casos en los que la custodia de un nieto ha sido otorgada a un abuelo en España. Por ejemplo, en un caso de 2013, el Tribunal Supremo otorgó la custodia a un abuelo paterno, ya que los padres del menor no podían garantizar un ambiente adecuado para su desarrollo. En otro caso de 2015, la Audiencia Provincial de Madrid otorgó la custodia a la abuela materna, ya que los padres del menor se encontraban en una situación de inestabilidad y no podían garantizar el cuidado del niño.